El ejemplar examinado, obra del iconografo ruso Maltzeff, no se ajusta a los cánones de la mejor iconografía y ciertos matices, transición de color y modelaciones hablan del influjo d ela pintura occidental. Pero el ademán, las inscripciones abreviadas del griego Madre de Dios y Jesucristo, el fondo dorado y otros elementos hacen del mismo un verdadero icono, comprensible para todos.
Habitualmente el Niño en la “almendra” es de medio busto y de actitud mas majestuosa, aquí prevalece la descripción retratista de un niño, aunque su derecha bendiga, la izquierda empuña el rollo de la escritura y las vestiduras son tradicionales.
También el color rojo cereza del velo-manto de la Virgen sobre una tunica azul es más recurrente en los iconos marianos.
El marco de madera trabajado y dorado forma una sola cosa con el fondo, así mismo ricamente dorado que da luz y extensión a la imagen.
No por nada el oro sobre el fondo de los iconos es llamado "luz" y da resalte a imagenes e dos dimensiones unicamente, sin perspectiva inversa, como existe en los cuadros.
Un saludo a la Virgen de profunda delicada belleza,se encuentra tambien en los escritos de San Francisco, patrono de Italia, que tanto amaba el misterio de la encarnacion. El original esta en latin y por eso se encuentran variantes en la distintas versiones. Aqui va un fragmento
“Te saludo, Señora santa, reina
Santísima, madre de Dios, que
eres siempre Virgen, elegida
por el santísimo Padre Celestial
y, con el Santísimo Hijo
Predilecto y el Espíritu Santo
Paráclito, consagrada por El.
Tu, en la cual estuvo y esta
toda plenitud de gracia y
Todo bien…
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